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viernes, 28 de agosto de 2015

Cuando estés aquí…

Publicado por Lalectora en 12:43 0 comentarios

La verdad es que yo le escribo hace rato y aún no tengo muy claro si ya lo conozco o si todo será de ceros. No sé si tendré que volver a salir de rumba cada ocho días, presentárselo a los amigos, a la familia, bla bla bla, toda la parafernalia que cansa tanto o, si será más sencillo y solo tendré que decirle: ¿En dónde nos quedamos?.

Y ¿qué decirle de mí?: Que soy espontánea, intensa, a veces bipolar, un poco cuadriculada, de gustos raros (pero míos), que todavía cree en el amor bonito a pesar que me ha llevado a tener más tropiezos que aciertos pero que, sigue creyéndole.

Espero que cuando nos encontremos, estemos listos para los días en los que no querremos hacer nada y para los días que tendremos deseos de comernos el mundo, porque ya en estos momentos uno sabe que tiene días que sí y días que no. Días en los que necesariamente debemos llenarnos de paciencia y amor para regalarnos tiempo y espacio para nuestras distracciones y por supuesto, más amor y tiempo para besarnos y robarnos la vida del otro en un momento de amor que sea solo para los dos.

No puedo decirte que me arrepiento de las personas que han pasado por mi vida porque de todas he aprendido cosas hermosas que me han llevado a ser una mejor mujer. La mujer que va a llegar a tu vida con todo lo lindo que he construido para los dos y, amaré que estés para darme un consejo y que tengas tiempo para mis incontables lágrimas (porque además soy llorona por naturaleza), no importa si es un buen motivo o una película, a veces lloro de felicidad, otra veces porque sí... Para mí, cualquier motivo es bueno para llorar. Anota eso.

Habrá días en los que a pesar de mi psicorigidéz, no voy a querer peinarme, ni maquillarme, ni tender la cama, ni lavar los platos porque a veces prefiero solo caminar descalza y estar sin mover un dedo. Algunas veces, voy a querer hablar de temas que no quisieras tocar pero que son necesarios para nuestra evolución como pareja.

Y sí, pueden parecer muchas cosas  pero seguramente tu también vienes con varias y estoy dispuesta a aceptarlas con amor por que aunque no te he mencionado mi fobia a las palomas; podría volar como una de ellas, si es contigo.

Prometo darte silencios cuando lo necesites, porque seguramente yo también los necesitaré en algún momento.
Quiero ser la que no se opondrá cuando quieras salir con tus amigos, y quien te apoyará en todo si de verdad crees en ello. Seré quien caiga y se levante de tu mano, la que te ayude a recordar esas cosas en las que los hombres no piensan tanto, pero, sobre todo, respetaré tu espacio y te enseñaré que el amor es libertad porque así me lo enseñó la vida y hoy creo firmemente que así es.

Que en el otro encontremos un lugar seguro, un lugar con defectos y cosas bonitas, uno donde descansar y donde despeinarnos, uno que escucha pero que también calla cuando es necesario, uno construido con las manos; uno lleno de amor.

Kika Carrero

lunes, 24 de agosto de 2015

Hacerlo desde el amor...

Publicado por Lalectora en 20:30 0 comentarios

Generalmente en una relación buena, evitamos hablar de las partes malas. Esas que no son tan cheveres y se crea una ilusión de  "perfección" o; algo demasiado trágico.

mi verdad es que cualquier relación necesita esfuerzo y tiene altos y bajos, tristezas y alegrías, gritos y besos, días de quererlo ver y días de quererlo matar.

Lo importante es, tener claro que, siempre habrán buenos y malos momentos, cosas en las que debemos trabajar para que todo funcione desde el amor.

Amar a alguien significa estar dispuesto a mucho, nunca a dejar de ser lo que somos, pero si requiere sacrificios. Incluso habrán días en los que no será fácil sentirse conectados totalmente, pero cuándo hay cariño todo se sabrá solucionar y no está mal si un día queremos simplemente no estar.

A veces podremos sentir que no nos sentiremos 100% atraidos  hacia el otro, pero, ¿Para qué está la imaginación?. Es completamente normal que a veces discutan y no hay que armar un gran drama por esto. A menos drama, más rápido se soluciona todo.

Yo aprendí, de mis dramas personales, a bajarle las revoluciones al estrés, el volumen a mis gritos, a limitar mi imaginación, mejor dicho; ponerle cuidado a lo que realmente lo valía.
Con esto claramente no evité "para siempre los conflictos" pero me ahorré unos buenos dolores de cabeza.

No siempre me sentí 100% satisfecha y conforme, pero aprendí a trabajar duro para hacer que los momentos de amor fueran lindos de manera que perduraran para los dos y hacer una diferencia frente a los momentos difíciles.
Aun así, (sabiendo que lo tenia muy claro), muchas veces sentí temor de perderlo; de perderme una y otra vez... hoy eso sólo significa que, mi amor era real y que no necesitaba ser acaparador para ser.

Yo amo su compañía, pero también, he tenido momentos de querer esta sola y ese sentimiento ya no me asusta ni me hace sentir mal. Hoy entiendo que también necesito de mi. Que siempre que me sienta débil, la mejor idea es estar conmigo para escucharme por que, es necesario sanar las heridas desde uno antes de quererlas sanar para otros. Está bien piensar distinto.

No siempre moriremos de las ganas por vernos y eso no es malo, pero, prometí que cada vez que lo viera le iba a dar infinitos besos de amor para que nunca más se me olvidara a que sabe la felicidad desde él.

Dejar que otras personas y sus opiniones interfirieran en la relación, es el peor error. Nunca más las volví a escuhar. Cada loco con su cuento por que al final del chiste a nadie le importa lo que pasa de puertas para adentro por lo que, la opinión del mundo, me dejó de importar.

Ambos tendremos días de dudas, y días de amor, lo importante es, no rendirnos en los días de duda y aprovechar los momentos de amor para hacerlos inolvidables siempre pues, la felicidad viene de muchas formas.

Kika Carrero

lunes, 3 de agosto de 2015

Sigo soltera, pero con él..

Publicado por Lalectora en 11:09 0 comentarios


Puede que no muchos lo entiendan, de hecho me dan bastante palo por la forma en que están pasando las cosas pero, no es lo que me importa hoy. Quiero estar con él, pero así, de ésta manera. Me gusta como cada uno despierta en los brazos del otro y luego hace sus propios planes para lo que queda del día. Y para los que me preguntan, claro que hablamos sobre las cosas que hemos hecho, de lo que hablé cuando salí con mis amigas, de lo que ví; de cómo me sentí y él también me cuenta sus cosas. Me encanta mandarle mensajes para que recuerde que pienso en él y amo más cuándo me los responde… es como una confirmación de que él también piensa en mí.

Amo volver a casa y verlo, porque después de todo un día conmigo misma, he decidido volver a casa, volver a él. Quiero que una y otra vez volvamos a encontrarnos en distintos lugares, durmiendo en un enredo de brazos y piernas, despertando con su respiración al lado. Quiero levantarme y que decidamos preparar un desayuno juntos, seguramente no es algo que tenga que suceder siempre, de hecho habrá ocasiones en las que despertaremos en otros lugares y momentos en los que quizás decidamos no hacerlo juntos.

Con el quiero hacer cosas que no haría con nadie más, esas cosas que me asustan, que me sorprenden y que, me causan dudas. Lo quiero así porque a su lado me siento valiente, a su lado creo que puedo hacerlo todo y que nada malo puede pasarme. Yo por mi parte, hago todo lo posible para que él vea el mundo un poquito mejor y es eso lo que no quiero que nadie nos quite, incluso en esta situación. Quiero ponerle a su vida el color que él le pone a la mía.

Hablamos sobre nuestros planes, incluso aunque sepamos que no se harán realidad. Nos contamos sobre las ganas que tenemos de darle la vuelta mundo y sobre esos sueños que siempre hemos tenido de conocer lugares que sólo podemos imaginar; países con los que sólo podemos fantasear. Amo que sonría y me diga: ‘nos vamos’.

Quiero que tenga su propia vida, tal como yo tengo la mía y que compartamos las cosas que sintamos que sean para los dos.

Amo emocionarme cuándo lo veo y vuelvo a saber de él y quiero que nos sentemos a contarnos todo lo que ha pasado en este tiempo, sólo para darnos cuenta que nos habíamos extrañado como nunca pensamos que sería posible y quiero llegar a ese punto en que nos demos cuenta que somos eso que necesitábamos. Hoy mucho más que ayer.

Sí, estoy soltera, ¡pero con él!, quiero estar a su lado y saber que hemos decidido encontrarnos después de todos los desencuentros. No tengo ganas de correr esta vez, tengo ganas de hacerlo como la vida lo traiga, con lo que tenga y lo que no tenga que ser...

Kika Carrero
 

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