La mayoría de las mujeres siempre nos quedamos esperando que ellos tomen las decisiones por nosotras. Y señoritas, la verdad es que nosotras somos las que movemos las decisiones de ellos.
Solo tenemos que saber ver, saber escuchar para poder entender lo que ellos esperan de nosotras y mover los hilos. Si realmente queremos estar al lado de la persona que decimos "amar" debemos dejar el egoísmo a un lado y entender que los hombres no está solo para "hacer todo lo que nosotras esperamos que hagan", por que la verdad es que, nosotras como ellos, debemos poner nuestra buena cuota en las relaciones.
Yo me cansé de esperar, de verlo hacer las cosas que yo no quería que hiciera y que aún así las hacia por que era lo que lo movía; entonces entendí que yo debía acoger con amor lo que él es, dejar mi egoismo a un lado y sumarlo a mi vida.Y ¿Cómo iba a aceptar esas cosas con las que yo peleaba y me negaba a aceptar? Enfrentandolas, modificadolas inteligentemente.
Moviendo mi energía de una manera diferente para que él por si mismo cambiara ciertas actitudes, y si que lo hizo.
Ellos no notan ese tipo de cosas por que son más básicos, menos "mágicos"; y con esto no quiero decir que no les interese o que uno pueda manipularlos por que para nada es así, pero ellos, digamos que, ponen sus energías en otras cosas, y es aquí donde nosotras aprovechamos. Las mujeres organizamos por naturaleza y amamos con el alma. Si lo anterior lo sumamos a la relación, mover todo positivamente en torno a ésta será más fácil.
Ellos son fundamentales para nosotras y nosotras para ellos, lo importante es que sepamos guiar con amor nuestras intensiones y que ellos lo noten... la energía los contagia por que los contagia. Los milagros pasan todo el tiempo, las palabras y los pensamientos tienen fuerza, la fe mueve montañas... el amor es la energía que mueve al mundo y si nosotras tenemos claro ésto, todo se hace mas llevadero.
Yo decidí hacer el cambio desde lo que soy para que las cosas funcionaran como yo quería que fueran y hoy mi milagro de amor se hace realidad.
Kika Carrero