Visitas

sábado, 7 de marzo de 2015

Sueños

Publicado por Lalectora en 19:10

"Solo los que nos sentamos a trabajar por nuestros sueños podremos alcanzarlos"... eso dice la portada del ultimo cuaderno que compre para escribirle cartas a la Eri del futuro y eso dicen todos los cuadros que colgué en mi apartamento, y también lo dice mi protector de pantalla del computador y del celular y en general, todo lo que me pueda recordar que debo hacer con mi vida solo lo que a mi se me de la gana.

Y es que sólo quienes creemos que tenemos la capacidad de alcanzar todo lo que nos proponemos y vemos las dificultades como oportunidades para sacar el guerrero interior a que pelee en este mundo al que le falta tanto amor podemos levantarnos felices (aunque nos falten mil cosas) y ponerle la cara al mundo para que nos estrellemos con nuestros sueños o para tener que pasar un día más aguantándonos a cuanto pendejo quiere derrumbarlos porque el o ella no han sido capaces de trabajar por los suyos.

Debemos confiar en nuestro propio amor, en esa voz interior que nos habla tantas veces y que ignoramos por que pensamos que no puede tener la razón pero que le hace mucho ruido a los sueños mas puros que habitan en nuestro corazón y que nos hemos negado a escuchar por que nos da mucho miedo enfrentarlos y decirles que sí. Aunque muchas veces las circunstancias no parezcan estar de acuerdo con lo que queremos, en el fondo tenemos la respuesta que estamos esperando escuchar y que sólo quienes peleamos por ella somos merecedores de escucharla.

Del cielo solo cae agua, el resto debemos hacerlo nosotros y ponerle la responsabilidad a Dios no es la salida. Somos absolutamente dueños de nuestras decisiones y por lo tanto de lo que pasa en nuestras vidas. Como dice el dicho, si lo puedes soñar, lo puedes crear.

El destino no está escrito, somos los dueños de nuestras vidas y podemos manejar las energías a nuestro favor si sabemos utilizaras.

Debemos despertar a la vida para hacer realidad todo lo que deseamos y para que eso pase, debemos ser coherentes con lo que pensamos y lo que hacemos. No podemos pedirle a la vida abundancia cuándo no tenemos nada para darle al mundo, no podemos pedir una persona que complemente nuestras vidas si no estamos conectados con todo lo que nos completa a nosotros mismos; no podemos dar amor si no sabemos que es.

El amor es un sentimiento tan puro y poco complejo que mucha gente lo contamina con celos, posesión, rabia, ego... y sí, yo también lo hice y como yo solo hablo de lo que sé pues por eso lo digo.
Ya no lo confundo, pero claro que lo hice y por que ahora lo entiendo y comprendo es que digo que tiene un significado mas hermoso y sencillo.

La vida me puso frente a este computador después de muchos años de pensar si arrancaba o no y lo hice, y me siento felíz de escribir, de hacer realidad mis sueños. Me siento felíz de ser una mujer libre y capaz de transfomar fantasías en realidades, amo tener la capacidad de visualizar y hacer lo que quiero como seguramente muchos lo han hecho, entonces ¿por qué yo habría de quedarme por fuera de eso?

Mi felicidad es sentarme a contar las cosas que me han hecho crecer y cuando recibo respuestas hermosas como las que recibo, siento que estoy haciendo exactamente lo que me inspira y que cumplo  con el compromiso más grande que tengo. El que hice conmigo para ser felíz y ponerle el tate quieto a un mundo que me llevaba a su ritmo con sus mil pendejadas; todo a su antojo y sin consultarme nada por que vivimos en un afán infinito que nos empuja a no pensar y ¡pues no!. La vida no es lo que el resto espera de uno ni ponerse a hacer felíz al otro, ni demostrarle a todo el mundo que es el mas fuerte y que si "usted no sabe quien soy yo" esta jodido. De eso no se trata.

No podemos ver más allá porque desconfiamos hasta de nuestro propio amor olvidando que en el está toda la fuerza que necesitamos para alcanzar nuestro propósito de vida y ser tan felices como podamos soñarlo.

Dejemos de lado tanto afán de satisfacción del mundo y empecemos a escucharnos más a nosotros mismos pues al final del cuento, ¿que importa lo que diga el mundo?, o ¿lo que piense el pendejo del puesto del lado?, o ¿el bulling de los amigos?, acaso ellos se van a sentar a nuestro lado al final de los días para decirnos "Te felicito maricón, aquí estoy para darte las gracias por hacer feliz mi vida y por haber hecho lo que yo esperaba de tí, gracias por no haber alcanzado tus sueños, tu incapacidad me encantó". Si eso es lo que espera escuchar, ¡valla duro!, pero no creo que quiera sentarse al final; ver para atrás, y decir: Mierda, ¿y si lo hubiera hecho, qué?.

Kika Carrero

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

LA LECTORA Template by Ipietoon Blogger Template | Gadget Review