Muchas cosas pasan cuándo decidimos hacer con nuestra vida lo que queremos. Cuándo en ella pasan sólo las cosas que decidimos y queremos para nosotros.
No había tenido los pantalones de coger una maleta y arrancar sola para algún lado y la vida permitió que fuera a Perú. Un lugar lleno de amor y magia por dónde caminas.
Todo es positivo viajando solo por muchas razones... por ejemplo la primera noche en lima me pasaron a una habitación más grande y mejor de la que había pagado por que estaba sola. En el vuelo a Cusco pasó lo mismo; el ayudante de vuelo decidió que era mejor que yo me sentara en vip... igual estaba sola. En buses y trenes tenía dos sillas para mí por que claro todo el mundo va con su amiga/o o pareja y pues les toca sentarse juntos; a mí no... yo viaje muy comoda y felíz todo el tiempo y me daban más comida. Incluso hasta compre un libro de cultura inka que me ayudó a entender mas del 70% de todos los lugares que visite pues los guías turisticos no nos cuentan ni la mitad del cuento. Por ejemplo en Cusco la gente confunde mucho la bandera de ahí con la bandera gay por la similitud de los colores y no tiene nada que ver con eso. Las parejas gay estaban muy emocionadas en las puertas de los hoteles pensando que habian llegado a un paraiso y estaban muy lejos de entender el significado real de las banderas en todas las puertas... no señores Cusco no esta lleno de gays y no es discriminación es una aclaración cultural... Los 7 colores de la bandera del Cusco tienen que ver con el arcoiris y con los 7 puntos de los chakras de nuestro cuerpo pues para los inkas la evolución del conocimiento estaba profundamente ligada a estos puntos del cuerpo y por ende con esos colores; de ahi viene la bandera... en fin; punto para mí.
A donde llegaba a tomarme algo me invitaban tragos, no solo del lugar si no de otras mesas. Me levantaba a la hora que quería, comia lo que quería, iba a donde yo quería y al ritmo que a mí me parecía bien.
Aprendí a identificar que las agua y mantas son las uchuvas, las casacas son las capas para la lluvia y que los bultos son las maletas.
Probé cosas deliciosas entre esas el chocolate con aji rojo y pimienta... soy amante del picante asi que amé ese chocolate y ni hablar de los mariscos... era como charlie en la fabrica de chocolates. La comida en este país es sencillamente increíble, los piscos (solo dos por que con tres ya me ponía a hablar pendejadas) , la chicha morada, los dulces de coca, los postres, las causas, el ají de gallina.... todo increíble.
El mejor amigo es el palito de las selfies, ese hay que llevarlo si va a viajar solo por que el tema de las fotos es muy importante y definitivamente un libro, yo traje 2 y compre uno... todos los leí. Punto para mí. ¿Quién lee tres libros en una semana si viene con el novio o con las amigas?... yo les digo: NADIE!
El tema de las iglesias es impresionante; en el Cusco alcancé a contar 8 en un área de 3 cuadras. Todas hermosas.
Pero no todo es positivo. Fuí a una plaza de mercado a la que tengo que reconocer no puede recorrer por el terrible olor que habia ahí... vi a un carnicero cortar un marrano (literal) con una segueta por la mitad!!!... sentí nauseas en ese momento. También había un área donde habian unas señoras que cosian con esas máquinas de pedal de las abuelas... todas masticaban coca y luego la escupían en un vasito... era realmente desagradable. ¡¡En ese momento decidí salir de ahí o iba a desmayarme!!.
Sentí mucha tristeza con las ovejas bebes y las llamas que ponen en las plazas centrales de varios sitios turisticos con moños de colores, mucha gente se toma fotos con esos pobres animales que ni alimentan ni les dan de tomar en todo el día. Es cruel realmente. Si algún día viene procure no tomarse esa foto, ¡no incentive esas practicas crueles por favor!
Superado el impase de la plaza, cuándo salía en las noches, tengo que decirlo; las argentinas son de otro mundo... he tenido la oportunidad de concer a varias en mis viajes (todas mujeres) y tienen un espiritu viajero mas grande que el mío, son unas guerreras y amantes de la mochila pero mal!!!... ¡hay que aprender más de eso! Además de lo queridas que son y lo bueno que se habla con ellas...
Se me acaba el tiempo en Perú y lo que viví aqui fué absolutamente mágico. Seguramente vendran más viajes de este estilo pues viajar sola es estar muy cerca de la felicidad. Es encontrarse y hablar con uno, cuidarse, quererse y darse el lugar que uno merece en el tiempo y momento exacto que uno necesita.
Perú, me voy con el corazón gordito y una vista hermosa desde el malecón de Miraflores desde donde escribo estas palabritas.... ¡Vamos a ver cuál es el siguiente destino a conocer pues el objetivo es darle la vuelta al mundo!.
Kika Carrero
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